lunes, 20 de diciembre de 2010

La humanidad del Señor Jesús. 2.- "La Tentación"

"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado."(Hebreos 4:15)

Para entender el tema de la humanidad del Hijo de Dios, y tratar de comprender si poseía una humanidad diferente a la de nosotros o no, debemos escudriñar las escrituras en especial las concernientes a su humanidad.

Filipenses 2:
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

Algo que deberíamos tener siempre en cuenta cuando tocamos este tema es, Dios se hizo hombre, Cristo Jesús teniendo la forma de Dios, no se aferro a ella, sino que se despojo a si mismo y fue hecho semejante a los hombres.

No por esto dejo de ser Dios, pues sigue recibiendo alabanzas y se le sigue glorificando y alabando (Apoc. 4).

Pero hasta donde llega su humanidad, llego a ser hombre como Adán antes de la caída o como Adán después de la caída.

En mi opinión, Cristo, el segundo Adán, compartía con el primer Adán el hecho de ser sin pecado, Adán, cuando fue creado por Dios tenia un pleno conocimiento del bien, se encontraba en plena armonía con la voluntad Divina, no fue sino hasta la entrada del pecado, que Adán tuvo conocimiento del mal.

Génesis 3:
22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.

Pero aun y cuando Cristo compartía con el primer Adán (antes de la caída) el hecho de ser sin pecado, no compartían el mismo estado en su conocimiento, Adán solo conocía lo bueno, Cristo (como hombre) conocía tanto el bien como el mal.

Isaias 7:
14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
15 Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.

Desde su nacimiento, nuestro Señor poseia el conocimiento de lo bueno y lo malo y sus padres eran los encargados de no solo enseñarle a diferenciarlos sino a que supiera escoger lo bueno y desechar lo malo.

Esta diferencia se hace mas notoria en la tentación.

Eva y Adán fueron tentados por un agente externo, primero Eva por la serpiente y después Adán por Eva. El pensamiento de desobedecer a Dios no se origino propiamente en sus mentes, sino que alguien externo a ellos, se los sugirió. Pero después del pecado, el hombre, ya con conocimiento tanto de lo bueno y lo malo el hombre adquiere concupiscencia, es decir, la posibilidad de ser tentados no por un agente externo, sino por uno interno, la posibilidad de que la idea de desobedecer a Dios se origine en nuestras propias mentes.

Santiago 1:
14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

El agente seductor paso de ser algo extrínseco a ser algo intrínseco. Esta concupiscencia es la que heredamos de nuestros padres, no heredamos propiamente el pecado, sino, la tendencia a ser tentados internamente, la inclinación a desobedecer a Dios de manera voluntaria.

Puede ser que mas de uno en este momento piense que Cristo fue tentado de manera externa al igual que Adán y Eva, y no esta del todo alejado de la realidad, Cristo en el desierto, después de haber ayunado por 40 días fue tentado por el enemigo, pero también fue tentado de manera interna. Recordemos que El "fue tentado en todo según nuestra semejanza" y como tu y yo somos tentados de manera interna debido a nuestra concupiscencia y Cristo fue tentado en todo según nuestra semejanza, El también tuvo que haber sido tentado de manera interna.

Cristo es Divino, como hombre fue el fruto del Espíritu Santo, pero de María, Cristo hereda la concupiscencia, la posibilidad de ser tentado internamente.

En mi siguiente aportación proveeré un ejemplo de tentación interna en Cristo.

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