lunes, 13 de diciembre de 2010

La humanidad del Señor Jesús. 1.- "La Tradición"

Existe la creencia de que el Señor Jesús no poseía la misma naturaleza humana que tu y yo, que no poseía ninguna inclinación hacia el pecado como la tenemos nosotros debido a este cuerpo.

Romanos 7:
18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
24 !!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

Se dice que de forma milagrosa el Espíritu Santo obro en la concepción de la Virgen María y que debido a esto su concepción fue inmaculada, y aseguran que esto fue necesario para que el Señor Jesús no participara de la naturaleza pecaminosa que todos heredamos de nuestros padres. Pero para que esto fuera posible, María debía ser sin pecado desde su concepción.

La información que hace la tradición carece de lógica, no por el hecho de que sea imposible para Dios el bloquear la carga de pecado que los hijos heredan de los padres, sino por que si Dios hubiera deseado que Cristo naciera sin esta tendencia pecaminosa, ¿No podría solamente haberla bloqueado desde la concepción de Jesús?

¿Por que tenia que bloquear esta carga desde su madre? y si esto era necesario, ¿No seria también necesario que los padres de María tuvieran una concepción inmaculada para poder permitir que María naciera sin pecado? Y de la misma forma los padres de los padres de María y así hasta llegar a Adán y Eva.

De esta manera, sabiendo que no era necesario que María tuviera una concepción inmaculada como lo afirma la tradición veremos mas adelante que era necesario para Jesús tomar de María su naturaleza humana caída y pecaminosa.

2 Corintios 5:
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

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